top of page

¿Alguna vez te has sentido así?

Estoy sentada en la reunión y a pesar de que estoy aquí presente mi mente está en otra parte. Imaginen esto... estoy mirando sus caras, sus expresiones, sus labios moviéndose, pero no puedo escuchar ni una palabra de lo que dicen. No siento ninguna conexión con ellos o con los temas que discuten. No siento nada por lo que hablan. Ni un poquito de entusiasmo. Ni un poco de pasión. Me siento como una intrusa en estas reuniones obligatorias, a las que en realidad yo no pertenezco. Es un poco irónico porque generalmente un intruso QUIERE estar presente, ¡pero lo que realmente quiero hacer es salir corriendo! Literalmente deseo levantarme e irme. Pero entonces, es mi turno de hablar. Tengo que hablar sobre las cosas con las que he estado trabajando. En qué trabajé y en que trabajaré. Y en esas fracciones de segundos pienso dentro de mi: “¿Qué carajos se supone que diga? No tengo mucho que decir, además de que he estado pensando en TODO menos en esta reunión.”. Aunque no tengo ni idea de lo que voy a decir, hablo y trato de ser lo más breve y profesional posible, fingiendo estar ocupada y disfrutando del trabajo que hago a diario. Así es que improviso y doy un breve resumen de lo que trabajé la semana pasada (que básicamente fue nada) y un resumen rápido de lo que planifico hacer esta semana (que también es básicamente nada). Sin embargo, hablo de una forma en que parece que estoy muy ocupada con mis labores. Todos parecen estar de acuerdo con la percepción que he proyectado (de que estoy muy ocupada) y la reunión continúa. ¡Todo es tan aburrido! ¡No tengo ningún desafío, nada nuevo que aprender, ni una pizca de emoción! ¡Nada! ¡Es como Blah! Siento que estoy literalmente flotando (tocando el techo) y que el techo no me deja volar más alto. Me he estado sintiendo así durante años. Pero no me malinterpreten! Yo estoy muy agradecida por mi trabajo. Tengo un trabajo estable y un salario digno. He sido bendecida porque la recesión nunca me afectó a mí ni a mi familia. Pero de lo que me quejo es de la falta de crecimiento, de la falta de desafíos y con ese sentimiento es con el que tengo que lidiar a diario. Es como si mis pensamientos, mi potencial, mi crecimiento y mi creatividad fueron metidos en una gaveta; olvidados y a nadie le interesa abrir ni buscar ahí. ¡Este sentimiento me ha llevado al punto de que siento que me falta el aire dentro de esa gaveta! ¡Necesito respirar! Realmente necesito empezar a respirar. (Escrito el 03/marzo/2014)

1 Comment


Marvin Garcia
Marvin Garcia
Jul 19, 2021

También me ha pasado.


Like
IMG_9006_editado.png

Gracias por visitarnos!

Deja que las publicaciones
lleguen a ti.

¡Gracias por registrarte!

  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • Pinterest

© 2024 Empowered-Selflove LLC

bottom of page